Texto: Javier Hernández Alpízar.

Es sabido que parte de la trayectoria de Karl Marx fue ser un hegeliano de izquierda, momento que luego criticaría no para renegar de Hegel, sino para ponerlo sobre sus pies, porque estaba “de cabeza”. Es decir, en lugar del espíritu absoluto había que pensar dialécticamente el capital y buscar la explicación de la anatomía de la sociedad civil en la economía política. Así que la crítica de la economía política será un llevar el “método” hegeliano y sus descubrimientos al terreno de materialismo: la praxis humana, el trabajo, la fuente del valor.
Pablo Veraza Tonda se pregunta, y nos lleva a preguntarnos, si será no sólo posible sino muy necesario un diálogo del marxismo con el pensamiento de Martin Heidegger. Nos informa que ha habido inicios de ese posible diálogo en Herbert Marcuse, Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty y Karel Kosík, pero no ha habido una continuidad de ese diálogo. Walter Benjamin hacía la analogía con Marx y Hegel y decía que a Heidegger había que ponerlo sobre sus pies.
No lo realizaron ni Edmund Husserl ni Martin Heidegger, a pesar de que en su Carta sobre el humanismo, el autor de Ser y tiempo reconoce que Marx ha visto claramente el problema de la enajenación en la historia y que sería fructífero un diálogo de la fenomenología con el marxismo.
Sin embargo, nos reseña Pablo Veraza, en el caso de Bolívar Echeverría, en su obra, libros y lecciones, sobre Marx y la modernidad tiene un diálogo, la mayor parte del tiempo implícito, con Heidegger.
Ya en el epílogo de su tesis de licenciatura en filosofía por la UNAM, El problema de la transformación histórica en los tratados de la historia del ser de Martin Heidegger (2011), Veraza Tonda había expuesto una serie de coincidencias que estos dos pensadores presentan y que pueden dar lugar a un diálogo muy importante para pensar en temas como la enajenación, la historia y el cambio radical (revolución).
Ahora, con el título Acontecer inaparente, Fenomenología y crítica en los escritos póstumos de Heidegger, Pablo Veraza publica en la editorial Ítaca una compilación de textos que resultan de una lectura de la obra de madurez de Heidegger, la cual se ha ido publicando en los años recientes, el llamado segundo Heidegger, el de la historia del ser o de la onto-historia, que tiene por núcleo Aportaciones a la filosofía, Del acontecimiento (Ereignis). Son obras que Heidegger dejó inéditas y, por lo tanto, los marxistas arriba mencionados no tuvieron acceso a ellas.
En una etapa en que Heidegger tiene un diálogo autocrítico con Ser y tiempo y continúa su meditación acerca del ser con conceptos como el Ereignis (acontecimiento apropiador), profundizando en la verdad (Aletheia) del ser como desocultamiento, pero también como ocultamiento, como un retraerse, sustraerse o negarse del ser (por ello hace una “fenomenología de lo inaparente”, de ahí el título del libro, Acontecer inaparente), en la era de la técnica planetaria, en la cual los seres humanos no solamente no accedemos al ser, sino que se nos niega incluso el ente, Heidegger plantea la posibilidad y necesidad de otro inicio. Regresar al origen, a cuando los griegos presocráticos pensaron el ser como Físis (naturaleza) y la verdad como Aletheia (desocultarse). Y no es que eso signifique desandar toda la historia de la filosofía occidental, sino reconocer que nos desarraigó del ser y del ente y que necesitamos otro inicio (ello sería lo revolucionario).
El problema del mundo moderno está no en la superficie, en algo que se puede cambiar con algunas reformas o cambios poco profundos, está en la manera como nos relacionamos con las cosas, a las cuales en lugar de como entes las pensamos como objetos, incluso como objetos técnicos, productos del hacer humano (la maniobra) y de la técnica hegemónica como mirada única (ontológica, social, política). La enajenación humana es parte de esa objetivación, terminamos por ser objetos nosotros mismos.
Ese pensamiento, leído y discutido, meditado y dialogado desde la crítica de la economía política (como si Marx pudiera leer a Husserl, Heidegger y a la filosofía continental del siglo XX), puede ayudar a replantear el problema de la modernidad capitalista y de la revolución como un cambio radical; que en Marx tiene que ver con superar el modo de producción capitalista y, en Heidegger, con otro comienzo que nos saque de la técnica como modo de desocultarse del ser hacia un acontecimiento apropiador que propicie otro inicio: reconciliarnos con la naturaleza (Físis) y con los otros en el ser-ahí: el ser humano como el claro donde el ser puede abrigarse y también desocultarse.
Esta lectura que propone Pablo Veraza implica criticar a Heidegger desde Heidegger mismo, por ejemplo, el exclusivismo de la lengua alemana, el error garrafal de participar en el nacionalsocialismo y también encontrar el Heidegger que reconoce otros inicios (China, la India, la sabiduría judía y, ¿por qué no? las culturas indígenas del mundo) y, sobre todo, un diálogo entre los revolucionarios del mundo. No sólo dialogar con Hölderlin, también con Lao-Tse.
El camino que inició esa serie de pensadores, de Herbert Marcuse a Bolívar Echeverría, es propuesto por Veraza Tonda como posible y necesario. Arriesgarse, apostar ´por un pensamiento crítico que disuelva dogmas de unos y otros lados y haga realidad eso que Heidegger aludió pero no hizo, el diálogo fecundo entre las meditaciones radicales sobre el ser de Heidegger y el pensamiento revolucionario de Marx.
¿Es posible una izquierda heideggeriana? ¿Leer a Heidegger y a Marx y ponernos nosotros sobre nuestros pies: arraigar de nuevo en el ser, en el mundo, en la vida y en la libertad, superando nuestra enajenación y desarraigo en la modernidad capitalista?
El esfuerzo interpretativo y argumentativo de Veraza Tonda es serio, y este libro, prologado por Teresa Oñate y por Ángel Xolocotzi, lo atestigua.
Pablo Veraza Tonda, Acontecer inaparente, Fenomenología y crítica en Heidegger, Ítaca, BUAP, México, 2023.